martes, 26 de abril de 2011

El tiro por la culata


Después de unas merecidas "vacaciones", todos volvemos con ánimos renovados, y a la espera de como se comportará la economía en los muchos frentes que tenemos abiertos. La bolsa, inflación, inversión, déficit, sistema financiero, etc.
Para no agobiarnos, e ir paso a paso, analizaremos una jugada de Sacyr Vallehermoso. Pongamonos en situación: 2006, la crisis aunque se vislumbra, aun está lejana. Sacyr pide prestados 5.000 millones de euros. El objetivo: Repsol. Así fue como Sacyr se convirtió en el mayor accionista de Repsol. Pero todas las cuentas tarde o temprano se pagan, y la de Sacyr, toca pagarla el año que viene. Es lo malo de pedir prestado para comprar en bolsa, no sabes nunca que pasará.

Y como dinero no hay, si las entidades financieras cierran el grifo y se niegan a refinanciar la deuda (cosa díficil debido al poder de Sacyr), la empresa estará en "problemas".
Realmente la idea no era mala, los gastos financieros (por intereses) se han pagado solos con los dividendos de Repsol, pero aun queda devolver el importe. Sacyr expone que es una inversión estratégica y permanente, y además, en épocas de bonanza y subidas en bolsa, era casi imposible perder: si llegaba el vencimiento del préstamo, bastaba con vender las acciones a un precio mayor del adquirido y así devolvería los 5.000 millones, y habría obtenido ganancias; además mejoraría sus activos extrafuncionales para posibles avales o deudas. Pero no siempre se sube, y ahora Sacyr está en un embrollo. El precio de las acciones cuando las compró Sacyr era de 26.7 €, actualmente están a 23,46 €; con lo que si no le refinancian el préstamo, Sacyr se verá obligado a vender dichas acciones para pagarlo, y aun así tendría que "poner dinero de su bolsillo" para pagar lo que falta debido a la devaluación de la cotización.

Lo mejor que puede hacer Sacyr, refinanciar el préstamo, por uno o dos años, y rezar, rezar y rezar, para que las acciones de Repsol suban por lo menos, hasta el mismo precio al que fueron adquiridas. Aunque si logran refinanciar el préstamo, no es de extrañar que las acciones en el transcurso de uno o dos años lleguen a su valor de adquisición si la cosa marcha tal como hasta ahora.
Seguiremos atento a los movimientos de Sacyr.

No hay comentarios:

Publicar un comentario